Al conjeturar sobre la influencia del magnetismo polar, Reichenbach estableció algunos criterios de reconocimiento de la sensibilidad radiestésica. Como se trata de empirismo, sólo los citaré a título indicativo.
- Se descubre al individuo sensitivo por su sueño agitado.
- La presencia de otra persona en su cama le priva de un sueño tranquilo.
- Como el cuerpo humano está polarizado positivamente a la derecha y negativamente a la izquierda, y como la polaridad del hemisferio norte de la Tierra es positiva, si el individuo sensitivo se acuesta sobre su lado derecho, se produce oposición entre los dos polos iguales; en cambio, si se acuesta sobre su lado izquierdo, como los polos son contrarios, puede dormir apaciblemente.
- Cuando dos personas se encuentran inmediatamente una detrás de la otra, los lados de polo idéntico se oponen. Es por eso que el sensitivo se siente incómodo entre un grupo de gente; de ahí su tendencia a sustraerse a esa situación.
- Por la misma razón, no soporta un apretón de manos muy prolongado: de inmediato retira la suya.
- Igualmente, su mano derecha no puede sostener durante mucho tiempo monedas de plata o de cobre.
- Cuando disuelve polvos efervescentes en un vaso de agua que sostiene en la mano izquierda, el vaso le parece frío.
- Después de haber frotado las palmas de sus manos una contra otra, la izquierda le parecerá sensiblemente más caliente.
- Aprecia los sabores ácidos y detesta las grasas y los dulces; no suele echar azúcar en el café.
- La mayoría de los sensitivos hablan mientras duermen; los hipersensitivos gesticulan, se incorporan y entonces se despiertan.
- El sensitivo detesta el color amarillo y el amarillo-naranja, y se siente atraído particularmente por el color azul.
Desde el punto de vista radiestésico, los sensitivos y los hipersensitivos serían aquellos que cumplen respectivamente cinco y nueve características. Se distinguirían también los signos de esa capacidad sensitiva en las tensiones astrológicas: por ejemplo, en la novena casa de un horóscopo en la que Urano y Neptuno estén en posición o en aspecto favorable.
En realidad todas las personas, o casi todas, son potencialmente aptas para practicar la radiestesia, con la condición de que aprendan a despertar una sensibilidad intuitiva que con frecuencia está enterrada, pero jamás apagada. En cuanto a esa minoría de sensitivos que la expresan con naturalidad, convendría que orientaran su expresión ya que, de otra manera, resultaría anárquica.
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