Social Icons

LAS SUPERSTICIONES DE LOS GATOS NEGROS


Los gatos negros son fascinantes y siempre han estado unidos al misterio. Adorados unas veces, y fatalmente sacrificados y maltratados otras. Pero ¿Qué hay tras tantas leyendas que nos cuentan sobre estos maravillosos animales?
 
Desde la más remota antigüedad, en Egipto, los gatos negros fueron considerados animales mágicos y sagrados.

La leyenda cuenta que en el Arca de Noé existía una sobrepoblación de ratones, lo que preocupaba enormemente a Noé por el riesgo de peligrar las provisiones de la embarcación. Entonces Noé pidió ayuda a Dios, quien le indicó que debía acariciar tres veces la cabeza del león. Noé siguió esta indicación y el león estornudó surgiendo de sus fosas nasales una pareja de gatos que restablecieron de inmediato el equilibrio en el arca.

El gran valor del gato como cazador de ratones hizo que los egipcios lo domesticaran, pero el gato no perdió su estatus divino. La religión del antiguo Egipto incluyó al gato entre sus símbolos sagrados y estaba considerado como la reencarnación de los dioses, quienes querían comunicarse con los hombres y manifestarles su voluntad. Para los egipcios el color negro significaba lo desconocido y lo que Dios aún no manifestaba.

 

40 ACTOS O SITUACIONES QUE TRAEN BUENA O MALA SUERTE



1. Un gato negro que camina hacia ti o que se cruza en tu camino
 
MALA SUERTE: Aunque en Egipto se creía que el gato era la reencarnación de los dioses, siglos después, la Iglesia Católica lo consideró como la reencarnación del diablo, por lo que eran quemados. El negro se identificaba con el diablo por ser el color de la noche. En casi toda Europa y en Norteamérica se cree que un gato negro trae mala suerte si se aleja de ti, pero buena suerte si camina hacia ti.

2. Colgar una herradura
 
BUENA SUERTE: Según los griegos, el hierro -en forma de media luna- protegía de los hechizos, así que la herradura colocada en la puerta impedía la entrada de las brujas y del mal. Tradicionalmente se creía que las herraduras otorgaban más suerte eran las de los borricos, porque tienen siete agujeros, un número mágico por excelencia.

3. Un cuadro torcido o que cae de la pared donde está colgado
 
MALA SUERTE: Esta idea tiene su origen en la Grecia clásica, donde se creía que si el retrato de un monarca o una celebridad caía al suelo sufriendo serios daños significaba que iba a morir en poco tiempo.

4. Escupir
 
BUENA SUERTE: Se cree que escupir evita males. Plinio dejó escrito en su historia natural: "es sorprendente, aunque fácilmente comprobable, que si alguien ha sido golpeado y se escupe enseguida en la palma de la mano del agresor, el dolor de la víctima se alivia al momento. Algunos incrementan la fuerza de sus golpes escupiendo en sus manos antes de realizar cualquier esfuerzo". Se dice también que con esa fuerza se podía golpear mejor al Diablo.

5. Encender tres cigarrillos con la misma cerilla
 
MALA SUERTE: Se cree que en una guerra -no se sabe con precisión cual, y en ocasiones se habla de la Primera Guerra Mundial, en otras de la Guerra Civil Española...- tres soldados encendieron sus cigarrillos con la misma cerilla y el enemigo vio la llama del primero, apuntó en la del segundo y disparó sobre el tercero.

6. Poner un sombrero sobre la cama
 
MALA SUERTE: Poner un sombrero encima de la cama es presagio, en España e Italia, de que algo malo va a ocurrir. Esta superstición tiene otro significado: que se te quedará la mente en blanco. Esta creencia viene probablemente del simbolismo del sombrero, que representa la cabeza y los pensamientos y es símbolo de identificación personal.

7. Derramar la sal

MALA SUERTE: Su origen data del año 3.500 a.C. Ya entonces se creía que la sal era incorruptible, razón por la cual se convirtió en símbolo de amistad. De ahí la creencia de que si se tira, la amistad se romperá. Para contrarrestar ese supuesto efecto maldito, se debe echar una pizca de la sal derramada sobre el hombro izquierdo.

8. Romper un espejo

MALA SUERTE: Se dice que ocasiona siete años de maldición. El espejo era un elemento mágico de adivinación, por lo que si se rompía, era para no mostrar una imagen aterradora del futuro. Siete años es el tiempo que, supuestamente, tardaba en renovarse un cuerpo.