¿COMO SABER SI ERES HECHICERO O BRUJO?

 

¿Cómo se sabe si un individuo es hechicero o brujo? Bien, existe una escuela de pensamiento que afirma que los hechiceros y demás poseedores de poderes ocultos nacen con ellos, en tanto que otra escuela afirma que estos poderes pueden adquirirse mediante el estudio y la práctica persistente. Al mismo tiempo, los que opinan en favor de la primera escuela afirman que el que nace hechicero sabe que posee este poder.

Sibyl Leek, bruja inglesa (en realidad, hasta hace pocos años, la reina de los "Conventos" de brujas de Inglaterra), aseguró que no supo que era hechicera hasta que conoció a cierto sujeto, el cual, en el curso de una conversación, le dijo:

 

—Usted sabe que es bruja, ¿verdad?

 

Ella respondió negativamente, pero al poco tiempo cayó en la cuenta de que era realmente una bruja o hechicera, como prefiere llamarse.

Un hechicero puede ser innato y saberlo, pero en esto, como en todo, hay excepciones. Y ahora, volviendo al aspecto práctico de la cuestión: si un individuo sospecha que es hechicero o brujo ¿cómo puede saberlo?
 

No hay que temer porque el hechicero siempre termina por conocer sus poderes. Es posible que esto suceda al cabo de largos años, pero antes o después surge a la superficie. El reconocimiento del poder es el de la creencia absoluta. Un hechicero lo es, prácticamente, para sí mismo. Lo que vean o crean los demás es secundario.

 

Se dice que no se debe prestar el poder para realizar obras maléficas o contra la voluntad de uno mismo, con lo cual se pierde toda la fuerza. Tampoco hay que emplear el poder sobrenatural con fines económicos o codiciosos por la misma razón que antes. Y esto tiene una explicación sencilla, puesto que la codicia es un sentimiento que al dominar en la naturaleza del individuo, apaga a todos los demás, incluyendo los poderes de hechicería, incapaces de luchar contra aquel sentimiento.

 

Respecto a la escuela de la adquisición de los poderes ocultos, es preciso consultar muchas obras relativas a la hechicería y demás ramas relacionadas con los poderes psíquicos, estudiando las técnicas, aprendiendo los ritos y las tradiciones de cada una de ellas.
 

En realidad, el hechicero que sea, por ejemplo, adivino, un día u otro, aunque no sea más que casualmente, descubrirá su virtud adivinando algo, lo que sea, trascendente o intrascendente. Si dicho individuo posee un espíritu curioso por naturaleza, esta adivinación le impulsará a estudiarse a sí mismo y a tratar de formular otras adivinaciones, lo que servirá para afianzarle en su creencia de ser un brujo o hechicero de poderes reconocidos. Si fracasa en su empeño, deberá achacar su primera adivinación sólo a la casualidad. Para saber si uno posee fuerza hechicera, basta con practicar lo siguiente:

Se utiliza el punto blanco que hay dentro del círculo de una hoja de papel en blanco y se traza (siempre en forma mental), en el cuello de alguien. Yendo en metro o autobús, o simplemente por la calle, concentrad la atención en la persona que se tenga delante y trazad mentalmente un punto o diagrama en su nuca. Si se tiene el poder suficientemente desarrollado, la persona en cuestión se frotará el punto indicado o volverá la cabeza. Esto no pone en peligro al sujeto y de esta manera, el hechicero transmite las sensaciones por medio de la concentración.

Algunas personas aseguran que no solamente son capaces de ejecutar algo, sino que pueden mover objetos inanimados. Por ejemplo, lanzan un naipe al aire y logran que siempre caiga de la cara que desean. No siempre obtienen el éxito absoluto, pero pueden lograrlo un número de veces muy elevado.
 

También influye mucho en los poderes sobrenaturales el verdadero poder de la voluntad, que es la verdadera palanca, siguiendo el símil de Arquímedes, capaz de mover el mundo por su invisible base.