MEJORA TU SALUD Y CALMA TUS DOLORES CON EL USO DE LAS PIRÁMIDES

Los seres humanos somos un océano de energía, tanto eléctrica como estática, magnética y molecular, y muchas de las enfermedades que padecemos están originadas por mala distribución de nuestra energía en el cuerpo que, al no tener su recorrido habitual, se concentra sobre un punto donde nos produce dolores y malestar como reuma, neuralgia, agotamiento etc.

 Todas estas dolencias y muchas más las puedes tratar con la Pirámide. Situando en su interior la parte del cuerpo enferma, estarás ayudando a su recuperación.

La Pirámide actúa como condensador produciendo enseguida bastante mejoría sobre toda clase de dolores con tan sólo permanecer la zona dolorida media hora dentro de la Pirámide la mejoría es evidente, apareciendo enseguida una sensación de calor y hormigueo en la zona afectada, terminando luego con la ausencia total de dolor.
 

En los casos de reuma aunque desaparezca el dolor con una sola sesión, conviene repetirla más veces para prevenir que aparezcan nuevos brote, tantas veces como te lo pida el cuerpo. En principio la Pirámide puede actuar como un simple analgésico, que alivia pero no cura, por eso te aconsejamos que repitas y tú mismo comprobarás los resultados en cualquier dolencia como esguinces, golpes, contusiones, heridas, etc.
 

CUALIDADES TERAPÉUTICAS DESIGUALES

Son muchos los testimonios de curación de muy diversas enfermedades logradas con las Pirámides. Algunas de ellas no habían encontrado mejoría alguna con otra terapia.

Existen personas que quieren mantener reservado todo acerca de sus curaciones. Pero todos conocemos, inclusive han oído por boca de sanadores profesionales, que fe y sugestión es lo más importante para que un enfermo sane. Porque dudar que la fe desempeña un papel importante en las curaciones milagrosas. Pero para aquellos que dudan si la Pirámide cura o no, al menos tienen que aceptar que alivia los dolores y a su vez acelera el proceso de curación, ya que la acción de la Pirámide consiste en generar y suministrar al cuerpo suficiente energía y vitalidad para que incrementen sus defensas contra las enfermedades.
 

La Pirámide actúa como un poderoso tranquilizante ante enfermedades tan importantes como: la hipertensión, el insomnio, las enfermedades nerviosas, etc.
 

Si padeces insomnio el método más fácil que hay es el de colgar una Pirámide pequeña encima de la almohada bien con soporte al techo, o a la pared según sea tu deseo. De esta forma acabarás con el insomnio, y al despertar estarás completamente descansado sintiéndote con mucha energía para afrontar un nuevo día.

Es muy posible que al cabo de un largo período de tiempo con tu Pirámide colgada encima de la almohada, y después de haberte curado del insomnio, sientas rechazo hacia ella. Para ello basta con retirar la Pirámide y seguir con tu descanso. La Pirámide no puede hacer daño a nadie, es algo que  tenemos claro. Pero cuando hablamos de curación por Pirámide, aunque es un tema del que se habla mucho hoy en día, hay que tener presente que el tema aún no está muy claro para las personas poco expertas y puede originarte sorpresas desagradables, por lo que te aconsejo que seas cauto y practiques mucho sin desanimarte. Tal vez con la práctica tú descubras el pensamiento organicista de los pueblos antiguos, que para ellos cualquier fenómeno estaba ligado a todo lo demás.

 

Recuerda que los no mecanicistas, (aquellos que se oponen al pensamiento materialista occidental) siempre dan preferencia a las teorías del campo continuo sobre las mecanicistas del átomo y del vacío, y así no se pierden en ociosas discusiones y pseudoproblemas sobre la acción a distancia, como es el caso de la Pirámide.

 

Hoy la ciencia proclama que todos los seres pertenecen a un campo único. Lo que nos hace pensar si todos, tanto los seres como las cosas, pertenecemos a un único campo, sea lógico que la acción a distancia sea una realidad y no una infantil ocurrencia. Así se puede aceptar, como ya lo hicieran otros, que los campos magnéticos, la teoría de las mareas, que la aguja imantada señalase el polo, que la luna ejerza su atracción sobre el océano, etc., no constituya para nosotros ningún escándalo ni lógico ni racional porque todo se deba a un mismo Campo.

 

El pensamiento mágico de los pueblos antiguos está basado en una concepción dialéctica, no en una lógica matemática. Así la acción recíproca de lo opuesto, implica una visión armónica de flujo y reflujo, algo así como acción y reacción que sucede dentro de la totalidad del sistema cósmico. Esto significa la estabilidad de las funciones esenciales de continuidad orgánica del cosmos (el principio de la meoestasis), a pesar de la continua fluctuación equilibradora y desequilibradora de sus fuerzas.

 

Con este punto de vista los antiguos, a diferencia de lo que sucedió en Occidente, no se cerraron en la mecánica de las esferas celestes griegas y medievales, sólidas y cristalinas. Para ellos fue todo lo contrario. Partieron de la concepción del campo infinito, menos ingeniosa y limitada, y así elaboraron mapas del firmamento, registraron los eclipses, cometas, meteoros y los espacios celestes. Principios y métodos en los que se basan los astrónomos en la actualidad.

 

Sin embargo, hay que aclarar que existen diferencias dentro del pensamiento matemático de Occidente, con los de otras culturas. Con su estudio se ha llegado a descubrir que el modelo mecanicista no es el único. Todas las civilizaciones posteriores a la griega, pensaban algebraicamente, a diferencia de ellos que pensaban geométricamente, como nosotros sus predecesores, lo que quiere decir que la ciencia occidental durante mucho tiempo consideró que el modelo mecanista era el único posible, que la geometría deductiva griega era la única segura y objetiva.

 

Sin embargo, hoy en día ante los hechos han renunciado al esquema cartesiano determinista y mecanicista, para encontrar en la física la teoría mágica del campo continuo y único, y también la concepción mágica del organicismo total del cosmos. Lo que Frazer definió como ciencia abortada.

 

Ya no cabe imponer, como muchos pretenden, seguir aferrados a los viejos prejuicios establecidos contra el pensamiento mágico de los antiguos. El considera por principio que el saber de estos pueblos no hubiesen tenido una vertiente de progreso, encontró su culminación en la realización de obras tan tecnológicas como las Pirámides, maravilla tecnológica de tan alto nivel científico que implica el dominio de la electrónica y de radiactividad, a la que una vertiente de decadencia e involución la llevó a desembocar en la reiteración ritualista de modalidades culturales supervivientes como supersticiones, sin tener ni tan siquiera en su base el modelo teórico del universo que permitió esas obras.

 

No es lícito ni justo poner en un mismo plano de incoherencia infantil, las burdas fórmulas brujeriles de la decadencia supersticiosa, argumento que nunca se va de más a menos, cuando se camina en el progreso.