COMO HACER UNA LIMPIEZA DE AURA CON PLUMAS CHAMÁNICAS

Uno de los métodos más habituales en los que se utilizan las plumas es en la limpieza o cepillado del aura, un método que la mayoría de la gente relaciona con rituales nativos americanos y chamánicos. Las plumas que se utilizan en estas técnicas reciben diversos nombres, siendo los más comunes el de sacudidor de auras o también simplemente plumero; pueden adoptar diversas formas, desde una pluma sola, a un conjunto de plumas atadas por el "cañón" de la pluma, o incluso dispuestas en forma de ala, y las más utilizadas son las que provienen del buitre americano, que resultan excelentes para este propósito.

El aura es el campo de energía que rodea el cuerpo humano y está compuesta por distintos tipos de energías, si bien tiene un fuerte componente electromagnético. El aura cede y absorbe energía constantemente, lo que significa que cualquier objeto o persona con la que nos encontremos puede afectar o influir en nuestro campo de energía.



A menos que seamos conscientes de la existencia de ese campo de fuerzas, podemos llegar a acumular una gran cantidad de "desperdicios energéticos" durante el transcurso del día. Es, en cierto aspecto, como la electricidad estática, que puede acumularse y tener un efecto perjudicial.

Los plumeros son muy eficaces antes y después de cualquier actividad curativa, pero también podemos utilizarlos a diario para liberarnos de los residuos energéticos que hemos acumulado durante el día.

1.- Dado que el aura se extiende en todas direcciones, convendría que la cepilles con el plumero por delante y detrás, a ambos lados, en la cabeza y los pies.

2.- No toques el cuerpo de la persona con las plumas. Simplemente, haz un suave barrido a una distancia entre 5 y 8 centímetros del cuerpo.

3.- Comienza por la cabeza y ve bajando por todo el cuerpo, mientras imaginas que estás barriendo toda la negatividad del aura. Recuerda que la energía sigue al pensamiento, y que las aves y las plumas están vinculadas con los procesos de pensamiento.

4.- Cepilla bien la parte delantera y posterior de la persona y haz un barrido extra allí donde sientas que debes hacerlo. Cepilla también los brazos por debajo y haz que la persona levante los pies para hacer también un buen barrido en ellos. Puedes incluso visualizar que generas un viento etéreo para limpiar esa parte del cuerpo.


5.- Para potenciar el efecto puedes acompañar el cepillado con unos sahumerios. Se trata de una variante originaria americana del cepillado en la cual se utiliza el humo y la fragancia del incienso para reforzar la purificación. Normalmente el incienso se quema en un cuenco y, conforme se va elevando el humo, se esparce con la pluma, o plumas, por todo el aura de la persona. Viene a ser algo así como un baño en una fragancia purificadora, y suelen utilizarse aromas de salvia, cedro y hierba de búfalo, aunque también puedes usar copal, incienso o mirra.