Geomancia
Un procedimiento adivinatorio menos difundidos que el tarot es la Geomancia, sistema adivinatorio más que simple oráculo, cuya predicción se obtiene a partir de ciertas ordenaciones o construcciones de figuras, cuyas posiciones se van anotando a continuación.
Su perfeccionamiento y difusión tuvo lugar a través de los árabes por las conquistas islámicas.
Otro sistema adivinatorio poco conocido, dentro de la Geomancia, es el utilizado hace siglos por ciertos pueblos nigerianos. Utilizan para la predicción unos caracoles preparados a tal efecto. Según la posición en que caigan al ser lanzados estos caracoles, indicará el remitirse a determinada historia, en cuyo contenido estará implícita la respuesta. Cada historia recibe el nombre de Oddu.
También, en una derivación más complicada, se realiza por medio de semillas atadas entre sí por una cadena.
La adivinación por las hojas de té.
Esta forma de adivinación, llamada también Tazografía, es realmente curiosa. Consiste en interpretar las formas y figuras que han quedado formadas por las hojas de té en el interior de una taza.
Se dice que debe utilizarse una taza ancha, de fondo amplio, preferiblemente blanca, para no confundir su decorado con las figuras de las hojas de te.
El té debe prepararse, naturalmente, sin colar. Una vez bebido el té y dejando un pequeño residuo liquido en el fondo, se mueve lentamente de izquierda a derecha, tres veces, de manera que las hojas queden distribuidas por todo su interior y adheridas hasta en los bordes de la taza.
Se dice que debe utilizarse una taza ancha, de fondo amplio, preferiblemente blanca, para no confundir su decorado con las figuras de las hojas de te.
El té debe prepararse, naturalmente, sin colar. Una vez bebido el té y dejando un pequeño residuo liquido en el fondo, se mueve lentamente de izquierda a derecha, tres veces, de manera que las hojas queden distribuidas por todo su interior y adheridas hasta en los bordes de la taza.
Se procede a la interpretación de las figuras que se han formado, buscándoles analogías con objetos, números, iniciales, etc. Los números indicarán tiempo; las letras, nombres de familiares, amigos o personas amadas. Los puntos significan viajes; los puntos mayores, dinero. Cruces y triángulos, buena fortuna; círculo, éxito y cuadrado, símbolo de protección.
Como se ve, el significado de las figuras geométricas guarda un estrecho parentesco con su interpretación por la quiromancia. El método de indagar el futuro con las hojas de te es realmente sencillo. Un procedimiento similar es el que se realiza con el sedimento del café, pero nunca produce simbologías tan precisas.
Rabdomancia
Rabdomancia es el antiguo nombre de un tipo de adivinación que entra en la categoría de lo que hoy se llama Radiestesia.
Se empieza a difundir a partir del siglo XVI, en la localización de minas, tesoros, etc., pero a partir del siglo XVIII quedó sólo para la búsqueda del agua. Este tipo de adivinación no es un sistema. Es simplemente una vara de madera, hecha con la rama de un árbol y que posee una bifurcación en uno de sus extremos, sosteniéndose en ella con las dos manos. El adivino la tomaba entre sus manos, elevándola ligeramente y caminaba hasta que la rama empezaba a inclinarse hacia abajo, señalando el sitio oculto. Era tal la fuerza de atracción, que muchas veces la rama se rompía en manos de los adivinos. Hoy se considera este tipo de adivinación como una manifestación de la percepción extrasensorial.
El péndulo
Es otra adivinación comprendida dentro de los límites de la radiestesia.
Se toma entre los dedos índice y pulgar una cuerda, de manera que quede suspendida, y en su otro extremo se le puede atar una sortija, una llave, una bola, etc.
Sostenida la cuerda por un extremo, comenzará a oscilar como el péndulo de un reloj, oscilando en un diámetro proporcionado a la longitud de la cuerda. Su movimiento suele ser también rotatorio.
Se dice que puede actuar como brújula, levantar objetos, encontrar yacimientos minerales o cosas desaparecidas.
La plancheta y la Ouija
La plancheta consiste en una tabla de forma triangular montada sobre pequeñas ruedas. Esta placa porta un lápiz que sale desde su centro hacia abajo. Debajo de la plancheta se introduce un papel.
Las personas que quieren consultar la plancheta colocan sus dedos sobre ella y esperan que por sí sola comience a moverse, con lo que el lápiz trazará las letras sobre el papel.
Este procedimiento de adivinación dio origen, al parecer, a la Ouija: una tabla de madera sobre la que se desliza un triángulo plástico. Dicho triángulo, montado sobre unas diminutas patas, tiene en su centro un círculo transparente del que pende una aguja. El triángulo se paseará por la superficie de la tabla, en la que están dibujadas las letras del alfabeto, números del 1 al 9 y las palabras sí y no, y se detendrá sobre las letras, deletreando el mensaje, o bien podrá contestar con monosílabos.
Al igual que en la plancheta, las manos de los consultantes deberán quedar relajadas, con los dedos colocados sobre el triángulo deslizante, y en ningún momento podrán hacer presión para dirigir el movimiento del triángulo.
La plancheta y la Ouija son procedimientos adivinatorios que no requieren la presencia de un intérprete. Pero su propia naturaleza la separa de las mancias en cuanto es un método que no interpreta el más allá, sino que se pone en contacto directamente con él. Se supone que quien contesta las preguntas es un espíritu, que se sirve de dichas tablas para hacer llegar su mensaje. Estos tipos de oráculo son facetas del espiritismo.
La adivinación por medio de la bola de cristal
La imagen de un rostro de mujer u hombre, con sus ojos fijos en una bola de cristal enigmática, ha sido y es el arquetipo usual y generalizado conque se representa todo lo relacionado con la adivinación, las ciencias ocultas y la magia por extensión.
La bola de cristal es, ciertamente, un procedimiento, más que para la adivinación, para la precognición de los acontecimientos, generalmente futuros.
Este tipo de adivinos prefiere usualmente utilizar un cristal que sea opaco o bien con cierto tinte azul o púrpura. El diámetro de la bola no debe ser inferior a 2 y media pulgadas, y en el momento en que el adivino concentre su vista sobre ella debe volverse nebulosa.
Cuando no la está usando debe recubrirla con un paño negro, para evitar influencias e imantaciones externas, la colocará alejada de la luz y al limpiarla lo hará con una tela seca. Y nadie más que su dueño deberá colocar sus manos sobre ella.
El procedimiento de adivinación por medio de la bola de cristal es similar al que se realiza con vasos de agua, fuego, etc. En todos ellos, no contesta un espíritu como en el caso de la plancheta y la ouija, sino que se obtiene una precognición, lo que entra ya en el plano de las aptitudes paranormales.
Rabdomancia
Rabdomancia es el antiguo nombre de un tipo de adivinación que entra en la categoría de lo que hoy se llama Radiestesia.
Se empieza a difundir a partir del siglo XVI, en la localización de minas, tesoros, etc., pero a partir del siglo XVIII quedó sólo para la búsqueda del agua. Este tipo de adivinación no es un sistema. Es simplemente una vara de madera, hecha con la rama de un árbol y que posee una bifurcación en uno de sus extremos, sosteniéndose en ella con las dos manos. El adivino la tomaba entre sus manos, elevándola ligeramente y caminaba hasta que la rama empezaba a inclinarse hacia abajo, señalando el sitio oculto. Era tal la fuerza de atracción, que muchas veces la rama se rompía en manos de los adivinos. Hoy se considera este tipo de adivinación como una manifestación de la percepción extrasensorial.
El péndulo
Es otra adivinación comprendida dentro de los límites de la radiestesia.
Se toma entre los dedos índice y pulgar una cuerda, de manera que quede suspendida, y en su otro extremo se le puede atar una sortija, una llave, una bola, etc.
Sostenida la cuerda por un extremo, comenzará a oscilar como el péndulo de un reloj, oscilando en un diámetro proporcionado a la longitud de la cuerda. Su movimiento suele ser también rotatorio.
Se dice que puede actuar como brújula, levantar objetos, encontrar yacimientos minerales o cosas desaparecidas.
La plancheta y la Ouija
La plancheta consiste en una tabla de forma triangular montada sobre pequeñas ruedas. Esta placa porta un lápiz que sale desde su centro hacia abajo. Debajo de la plancheta se introduce un papel.
Las personas que quieren consultar la plancheta colocan sus dedos sobre ella y esperan que por sí sola comience a moverse, con lo que el lápiz trazará las letras sobre el papel.
Este procedimiento de adivinación dio origen, al parecer, a la Ouija: una tabla de madera sobre la que se desliza un triángulo plástico. Dicho triángulo, montado sobre unas diminutas patas, tiene en su centro un círculo transparente del que pende una aguja. El triángulo se paseará por la superficie de la tabla, en la que están dibujadas las letras del alfabeto, números del 1 al 9 y las palabras sí y no, y se detendrá sobre las letras, deletreando el mensaje, o bien podrá contestar con monosílabos.
Al igual que en la plancheta, las manos de los consultantes deberán quedar relajadas, con los dedos colocados sobre el triángulo deslizante, y en ningún momento podrán hacer presión para dirigir el movimiento del triángulo.
La plancheta y la Ouija son procedimientos adivinatorios que no requieren la presencia de un intérprete. Pero su propia naturaleza la separa de las mancias en cuanto es un método que no interpreta el más allá, sino que se pone en contacto directamente con él. Se supone que quien contesta las preguntas es un espíritu, que se sirve de dichas tablas para hacer llegar su mensaje. Estos tipos de oráculo son facetas del espiritismo.
La adivinación por medio de la bola de cristal
La imagen de un rostro de mujer u hombre, con sus ojos fijos en una bola de cristal enigmática, ha sido y es el arquetipo usual y generalizado conque se representa todo lo relacionado con la adivinación, las ciencias ocultas y la magia por extensión.
La bola de cristal es, ciertamente, un procedimiento, más que para la adivinación, para la precognición de los acontecimientos, generalmente futuros.
Este tipo de adivinos prefiere usualmente utilizar un cristal que sea opaco o bien con cierto tinte azul o púrpura. El diámetro de la bola no debe ser inferior a 2 y media pulgadas, y en el momento en que el adivino concentre su vista sobre ella debe volverse nebulosa.
Cuando no la está usando debe recubrirla con un paño negro, para evitar influencias e imantaciones externas, la colocará alejada de la luz y al limpiarla lo hará con una tela seca. Y nadie más que su dueño deberá colocar sus manos sobre ella.
El procedimiento de adivinación por medio de la bola de cristal es similar al que se realiza con vasos de agua, fuego, etc. En todos ellos, no contesta un espíritu como en el caso de la plancheta y la ouija, sino que se obtiene una precognición, lo que entra ya en el plano de las aptitudes paranormales.
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